El equinoccio de primavera es el principio de todas las cosas buenas

Ahora, en primavera, todo florece, pero también llegan las lluvias que, junto con la nieve derretida, llenan nuestros pantanos. El equinoccio de primavera es, sin duda, la mejor parte del año en cuánto a la temperatura y la belleza del paisaje. En la agricultura, ya se pueden ver los brotes y los frutales, son un verdadero espectáculo.

En este momento del ciclo del año solemos enfocar los rituales hacia la prosperidad. Ahora, más que nunca, tendríamos que enfocarnos en esto. Claro que si identificamos a los responsables de lo caro que se ha vuelto todo, y no me refiero a los gobiernos, porque en política no me voy a meter, no en este blog, tal vez podamos hacer algo de magia defensiva para igualar un poco el juego que a todas luces está amañado.

El mundo, sin duda alguna, debería estar gobernado por brujas. Es decir, personas sabias que velan por el bienestar de todos y no la panda de avariciosos que lo controlan todo. Como las eléctricas que en España triplicaron sus beneficios por tres, desde 2019. Es una vergüenza.

El problema consiste en que si un gobierno quiere limitar los beneficios de una empresa, lo tachan de comunismo. Pues no, la energía debería ser un derecho para todos. Y qué decir del petróleo. Los ganaderos y los transportistas, están trabajando a perdidas. Llevamos años que este sistema de unos ganan mucho y los que trabajan no ganan lo bastante para vivir, se ha desmadrado.

¿En las altas esferas no se enteran, o les conviene hacerse los ciegos? Creo que la respuesta a estas preguntas, las conocemos todos.

Ritual de equinoccio de primavera para este año

Vamos a defender al campo, a los transportistas, a los trabajadores y por supuesto a la naturaleza. En este equinoccio de primavera de 2022 os propongo un ritual defensivo, dirigido a los peces gordos y a los políticos que no están trabajando para el pueblo que los ha elegido.

Ingredientes:

• 7 velas de miel para el círculo de poder.
• Flores para decorar el círculo.
• Sal gruesa para delimitar el círculo.
• Los 4 elementos para el altar dentro del círculo:
  • Un cuenco con sal gorda para la tierra en el norte
  • Incienso para el aire.
  • Una vela amarilla en el sur para representar al fuego.
  • Y una copa de agua.
• Una vela de color morado.
• Pimienta negra.

Bien, una vez colocado el círculo de poder, los elementos y decorado todo con flores, preparamos la vela morada.

La pasamos rodando por pimienta negra o cayena. Debe ser un picante potente. Colocamos esta vela en el centro de los cuatro elementos. Nos centramos en los enemigos del pueblo.

Al contrario de lo que algunos piensan, no creo que sean los políticos. Considero que son meros títeres. A los que hay que identificar, es a los empresarios, que pactan precios para subir la luz, el gas y el petróleo. Es decir, todos. En España, las eléctricas, con tal de poder subir la luz, han desaguado embalses provocando problemas de abastecimiento para el campo y los ciudadanos.

A esos hay que apuntar nuestra vela morada. Bien concentrado y con los elementos invocados, el círculo protegido y centrados, prendemos nuestra vela defensiva, por todos aquellos que están desesperados. Trabajadores, gentes del campo, transportistas y autónomos en general.

Mantenemos durante el máximo de tiempo posible la dirección de nuestro pensamiento, visualizamos cómo la UE decreta cambios en los mercados para evitar asfixiar así a las gentes trabajadoras, porque sin nuestro consumo, la economía se va al traste.

Ahora nos centramos en las energías renovables, especialmente las que no supongan un impacto en los ecosistemas. Está muy bien, plantar molinos de viento, pero no se puede destrozar deliberadamente los paisajes y los pueblos. Tal vez, Don Quijote de la mancha no estuviera tan loco como dicen.

En Galicia, los pueblos están sufriendo la invasión de molinos de viento para generar energía, sin respetar que a la gente que vive ahí les molesta el ruido que por lo visto producen.  Para más inri, resulta que los gallegos no recibimos ningún beneficio en nuestra factura de la luz, produciendo con nuestros molinos más de la que gastamos, y está previsto que se coloquen más de estos aparatos.

Pues a esta causa me sumo con mi ritual del equinoccio de primavera, a defender esos pueblos, paisajes y su gente.

De nuevo, el objetivo son las eléctricas.

Dejaremos que las velas se consuman todas por entero. Aunque se supone que el Equinoccio de primavera debe ser una fiesta, con alimentos, vinos de la comarca y dulces de temporada, no puedo ignorar lo que está pasando. Lo que todos estamos pasando a causa de la avaricia de unos pocos.

Es nuestro deber dar la vuelta al flujo, y que los beneficios del trabajo duro, vuelvan al pueblo y a proyectos ecológicos de recuperación de los ecosistemas y la creación de bosques donde el fuego acabó con la biodiversidad.

Solo ayudando a la naturaleza a recuperar el equilibrio podremos frenar el cambio climático que está provocando inundaciones y sequías, entre otras cosas.